El expresidente Rafael Correa marcó distancia este 20 de noviembre luego de que la prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, participara en una reunión con Lourdes Tibán, prefecta de Cotopaxi y una de las críticas más duras del exmandatario.
El encuentro se realizó en el Municipio de Guayaquil, con la presencia del alcalde Aquiles Álvarez, en el marco de actividades de la Mancomunidad para la Cuenca del Río Guayas. El video que Aguiñaga grabó junto a Tibán y el alcalde generó molestia en el líder de la Revolución Ciudadana.
Correa afirmó en su cuenta de X que, tras ver a Aguiñaga reunida con Tibán bajo el argumento de que “no hay banderas políticas para trabajar”, él mismo se opondrá a que la prefecta busque la reelección. “Jamás claudicaremos en principios”, señaló, respaldando así la postura previa de Luisa González, presidenta del movimiento.
Este pronunciamiento evidencia un quiebre en la relación entre Correa y Aguiñaga, luego de meses en los que el exmandatario había evitado profundizar en el conflicto interno entre la prefecta y González. Incluso había cuestionado declaraciones de González cuando pidió no postular a Aguiñaga a una nueva elección. Ahora, Correa ha cambiado su posición.
La Revolución Ciudadana realizará en enero una Convención Nacional, en la que se definirá el relevo de González en la dirigencia y se delineará la estrategia política del movimiento. Hasta el momento, el único nombre adelantado para dirigir RC es el de Felipe Vega de la Cuadra, un aliado cercano a Correa.