
Los partidos y movimientos políticos del país enfrentan un cambio trascendental: dejarán de recibir recursos estatales, tanto para su funcionamiento como para sus campañas electorales. Una medida que no solo genera debate, sino que también plantea interrogantes sobre el rumbo que tomarán las organizaciones políticas y cómo se desarrollarán las próximas elecciones.
📌 Dos tipos de fondos que llegan a su fin
Hasta ahora, los partidos accedían a dos fuentes de financiamiento:
- Fondo Partidario Permanente
Destinado a la formación política, investigaciones, capacitaciones, publicaciones y funcionamiento institucional. Para recibirlo, los partidos debían cumplir con requisitos como:- Obtener al menos el 4 % de votos válidos en dos elecciones pluripersonales consecutivas.
- Contar con 3 representantes en la Asamblea Nacional.
- Tener 18 de las 222 alcaldías o un concejal en al menos 22 cantones.
- Fondo de Promoción Electoral
Usado para propaganda en prensa, radio, televisión, vallas y medios digitales. Este dinero no iba directamente a los candidatos, sino a los medios de comunicación que contrataban los espacios publicitarios durante la campaña.
🎙️ Voces a favor y en contra
Para el experto electoral Alfredo Espinosa, la eliminación del fondo partidario permanente era necesaria:
“Las organizaciones políticas no investigaban, no formaban cuadros, ni publicaban nada serio. Hacían pasar un panfleto como publicación”, señala.
Sin embargo, Espinosa advierte que los partidos no desaparecerán, sino que buscarán nuevas estrategias de financiamiento.
Por su parte, Elvis Herrera, secretario nacional de la Izquierda Democrática, confirma que ya se están evaluando alternativas:
- Reuniones con afiliados para establecer aportes económicos voluntarios.
- Creación de un carnet de militante que permita identificar y formalizar contribuciones.
- Desarrollo de un instituto de formación política y un centro de mediación como espacios de sostenibilidad y capacitación.
🔮 ¿Qué se viene para la política nacional?
La eliminación de los fondos estatales abre un debate profundo:
- ¿Los partidos se volverán más dependientes de aportes privados y militantes?
- ¿Esto fortalecerá o debilitará la democracia y la transparencia?
- ¿Podrán los movimientos emergentes competir sin recursos estatales frente a estructuras consolidadas?
Lo cierto es que, en un escenario donde los partidos deberán autosustentarse, la política podría transformarse en un terreno más complejo, donde la creatividad, la organización y la cercanía con la ciudadanía marcarán la diferencia.
👉 Y tú, ¿crees que los partidos deberían financiarse con sus propios recursos o el Estado debe garantizar fondos para mantener la democracia activa?